El pampanito (Stromateus brasiliensis) habita aguas de plataforma y se distribuye desde el estado de Paraná al sur de Brasil hasta Tierra del Fuego entre la costa y los 200 m de profundidad. En Brasil es considerara una especie poco común en Rio grande do Sul y rara en Sao Pablo, mientras que en Argentina se encuentra en toda su área de distribución como fauna acompañante de especies demersal-bentonicas (de fondo). Está asociada a poblaciones de especies como merluza común, merluza de cola, palometa azul, savorin y se alimenta mayormente de ctenóforos (organismos gelatinosos similares a las medusas), crustáceos (copépodos) y poliquetos (conocidos como lombrices de mar). Se han observado diferencias alimenticias dependiendo de la región. En el sector bonaerense consume mayormente copépodos y larvas de otros crustáceos, en tanto en el sector patagónico consume ctenóforos y poliquetos. El pampanito presenta toxinas tanto en la piel como en el tejido muscular que provocan hemorragias intestinales o diarreas, por lo que no es apto para el consumo humano pero sí se utiliza en la elaboración de harina de pescado. La talla máxima alcanzada es de 50 cm de largo total (LT). Frente a la costa bonaerense se han reportado ejemplares en maduración en los meses de julio. Se estimó que la talla de primera madurez para el pampanito es de 23,12 cm de LT para ambos sexos. Esta especie es pescada en toda su área de distribución como fauna acompañante de las especies demersales y bentónicas de interés comercial nombradas anteriormente y se descarta a bordo. El pampanito es pescado por embarcaciones costeras, de ría y de altura utilizando redes de arrastre de fondo. Se desconoce su valor comercial y solo se conocen datos estadísticos de desembarque suministrado por la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera: entre el período 2000-2013 se desembarcó entre 67.2 y 788 toneladas con un promedio anual de 348.7. Por Matías y Gabriela Delpiani