Odontesthes sp.

El pejerrey patagónico es una especie de agua dulce nativa de la región Andino-Cuyana y Patagónica donde predominan los climas templado fríos. Se lo puede encontrar en ríos, lagos y embalses desde el río San Juan y río Desaguadero en el norte (31° latitud S), hasta el río Santa Cruz en el sur (50° latitud S), en cuencas que se extienden dentro de Argentina y Chile y que desembocan en el océano Atlántico o Pacífico. Su forma corporal es alargada, levemente comprimida lateralmente y con el pedúnculo caudal afinado. Al igual que otros pejerreyes, presenta una línea plateada a cada lado pero a diferencia de los demás, esta especie posee escamas pequeñas con el borde liso y pigmentado de color gris-negro que le da una coloración oscura al lomo. En los adultos los maxilares son protráctiles, lo que hace que la boca se extienda hacia afuera para capturar presas. El pejerrey patagónico se caracteriza por poseer una dieta amplia. Los estudios sobre la historia de vida de esta especie mostraron que los cambios en la alimentación acompañan a los cambios en su hábitat. Las larvas se alimentan de zooplancton y habitan la zona litoral durante el verano. Luego se alimentan de microcrustáceos (ostrácodos y cladóceros), larvas de mosquitos e insectos terrestres frecuentes entre la vegetación costera. A medida que crecen se desplazan a la zona limnética, más profunda, donde se alimentan principalmente de moluscos y microcrustáceos. Los adultos mayores a 25 cm de longitud también pueden ser piscívoros. La actividad reproductiva es estacional en las hembras, mientras que los machos pueden estar maduros en varios meses del año. La temporada de desove varía según los ambientes pero mayormente corresponde a los meses de primavera y la primera mitad del verano, y de acuerdo a las condiciones de temperatura y fotoperiodo, pueden haber desoves ocasionales en otoño. Las hembras liberan sus ovas en las zonas costeras poco profundas para ser fecundados luego por los machos. Las ovas son traslúsidas, de color verde oliva y menores a 2mm de diámetro y presentan filamentos finos y largos que las agrupan en forma de racimo de uva y los adhieren a la vegetación. Después de la eclosión, la larva se alimenta de su saco vitelino hasta que éste se reabsorbe luego de unos días. Según los registros, el pejerrey patagónico puede vivir hasta 7 u 8 años y alcanzar tallas máximas de alrededor de 45 cm. 

 

Ver más

Desde 1930, el área de distribución del pejerrey patagónico ha sido sitio de siembras con el pejerrey bonaerense (Odontesthes bonariensis) mayoritariamente por parte de organizaciones de pesca. Esta popular especie, originaria del centro-norte de Argentina, Uruguay, sur de Brasil y Paraguay, es tradicionalmente valorada en cuanto a la calidad de su carne así como también en la pesca deportiva y recreacional. Debido a estas siembras, actualmente ambas especies coexisten en ciertos lagos y embalses y pueden cruzarse y producir híbridos. Existen características que pueden diferenciar estas dos especies de pejerrey. En el caso del pejerrey patagónico: 

-En vista lateral, el punto de inserción de la primera aleta dorsal corresponde con la mitad de las aletas pélvicas.

-Escamas pequeñas, con más de 12 hileras de escamas dorsales entre las líneas laterales.

-Más de 20 rastrillos branquiales (21 - 27) sobre el brazo inferior del arco branquial.

-La mandíbula superior está más adelantada que la inferior y la boca al abrirse se orienta ventralmente.

Para el caso del pejerrey bonaerense:

-En vista lateral, el punto de inserción de la primera aleta dorsal se sitúa entre las aletas pélvicas y el orificio del ano (o sobre el).

-Escamas grandes, con menos de 11 hileras de escamas dorsales entre las líneas laterales.

-Treinta o más rastrillos branquiales (30 - 38) sobre el brazo inferior del primer arco branquial.

-La mandíbula inferior está más adelantada que la superior en los especímenes más grandes. Por Cecilia Conte-Grand.

Pesca

El pejerrey patagónico es una especie muy estimada por los pescadores deportivos. Se pesca con mosca o bien  con carnada en algunos embalses y lagunas patagónicas. Punteras delicadas con dos o tres anzuelos bien encarnados y disimulados con caracol fresco da buen resultado. Actualmente se pueden capturar ejemplares de hasta 1 kg de peso. Existen reportes en el Limay medio y Rio Negro de varias décadas hacia atrás de ejemplares de hasta 2 kg que no se han vuelto a registrar. Puede que el fuerte impacto que los salmónidos han tenido sobre las poblaciones de pejerrey o bien la extraña costumbre de crecer después de muertos que tienen los peces o bien los dos factores combinados tengan que ver con este hecho. Los hábitos alimenticios y el comportamiento de esta especie hacen que su pesca con mosca sea una delicia para quienes gustan de una pesca sutil e ingeniosa con ninfas y secas. Tiene un comportamiento arisco y selectivo por lo que una captura de este animal es un logro. Los sitios de mayor abundancia y donde llega a mayores tallas esta especies es en los cursos de agua y lagos y embalses medios de Neuquén, Chubut y Santa Cruz. Posiblemente al convivir esta especie con poblaciones de truchas de excelente tamaño promedio hace que su pesca pase un poco desapercibida. Sin embargo es posible que el pescador pueda encontrar lugares y momentos en que no cambia una cosa por otra y no saber si a su mosca seca se va a prender un buen pejerrey o una trucha arcoíris. El hecho de que su pesca pase desapercibida y de que las técnicas especificas estén poco desarrollados es muy bien aprovechado por algunos pescadores que viven en grandes centros urbanos ubicados en la costa del Limay y Rio Negro ya que a pocos kilómetros de las mismas (¡y en la propias ciudades!) hay excelentes pesqueros de esta especie. Por Alejo Irigoyen

Pejerrey lagunero Odontesthes bonariensis  silverside

 

El pejerrey lagunero (también conocido como, pejerrey argentino, matungo, flecha de plata) es una especie oriunda de la región Pampeana y grandes ríos, como el Rio de la Plata y el Paraná Guazú, además de los Esteros del Iberá. Su distribución se ha ampliado dada su introducción artificial en ríos, lagos y lagunas de Argentina. De esta manera, la especie está presente en aguas continentales patagónicas, además de Uruguay y sur de Brasil. Debido a su importancia económica y a su valor para la pesca recreativa y deportiva fue introducido con éxito en otros países de Sudamérica, de Europa y de Asia. Un ejemplo de esto es la introducción en Chile en el año 1940, donde en la actualidad se hallan abundantes poblaciones en lagos, embalses y lagunas templadas de este país. También fue también introducido en 1946 en el lago Poopo por el club de pesca boliviano, pero luego colonizó el río Desaguadero, y por medio de este se introdujo en el lago Titicaca en 1955. En la actualidad en el sector peruano del lago Titicaca constituye la principal especie de importancia pesquera de la zona. 

El pejerrey lagunero es un pez de hábitos pelágicos adaptado a vivir en lagos y arroyos. La especie exhibe una amplia tolerancia a las variaciones de salinidad por lo cual puede ser encontrada tanto en agua dulce como salobre. El hecho que haya sido registrada en la Laguna Costera Mar Chiquita, un ambiente mixohalino, es un ejemplo de lo anteriormente expuesto. No obstante, no hay registros marinos para esta especie. Los resultados moleculares indican un fuerte grado de similitud genética entre el pejerrey lagunero y el escardón O. argentinensis, sugiriendo que probablemente este último en el pasado haya incursionado el ambiente continental, dando lugar (mediante un lento proceso evolutivo de especiación) al pejerrey lagunero.

Es una de las especie de pejerrey de mayor tamaño pudiendo alcanzar los 70 cm de longitud total y un peso entre los 3 y 4 kg. En la década de los años 50 del siglo pasado, se exhibía en la Sección de Caza y Pesca de la Provincia de Buenos Aires un ejemplar de alrededor de 6 kg del cual se desconoce su talla. En la actualidad los tamaños más frecuentes corresponden entre los 25 y los 40 cm. El crecimiento de O. bonariensis en Argentina y Chile coinciden con lo observado en Uruguay, en donde se estimó que las longitudes totales promedios para esta especie correspondían a 13,8 cm, 24,3 cm, 34,9 cm, 43,0 cm y 49,8 cm  para edades de 1 a 5 años respectivamente, registrándose una edad de 7 años para un ejemplar de 52  cm  de longitud total y que la longevidad máxima podría ser de 9 años. Las hembras son más abundantes que los machos, estas comienzan a madurar sexualmente a partir del primer año de vida. La longitud de primera madurez sexual se puede encontrar entre los 20 y 25 cm de longitud estándar. Esta especie presenta dos períodos reproductivos: el primero entre Agosto y Noviembre, y un desove secundario entre marzo y abril en Argentina, Uruguay, Chile y Perú. Sus puestas se inician cuando la temperatura del agua alcanza 13°C en promedio.

La determinación del sexo en esta especie está influenciada por la temperatura en la cual se desarrolla la larva durante las primeras 5 semanas después de haber eclosionado. Este es un momento crítico en la diferenciación de la gónada en ovario o testículo. A partir de trabajos realizados en laboratorio se pudo observar que cuando las larvas de peces eran mantenidas a temperaturas de 17 °C,  todos los ejemplares que se obtienen son hembras, si se mantienen a  25°C se obtienen ejemplares de ambos sexos, y a una temperatura de 29 °C todos los ejemplares se desarrollan en hembras. 

Se alimenta principalmente de zooplancton. En su etapa post-larval se alimenta de algas y rotíferos, y durante sus estados de juvenil/ adulto de cladóceros y copépodos. Tiene mucha capacidad de adaptarse a distintas ofertas de alimentos que le brinda el ambiente y por lo general presenta una tendencia al canibalismo en la adultez. 

Odontesthes bonariensis es la especie nativa de mayor importancia socioeconómica que habita las aguas continentales de la Argentina, lo cual que se refleja en el hecho de que 410 millones de larvas/año son liberadas para repoblamiento en lagos pampeanos. Su potencial para la acuicultura e importancia de su pesca recreativa, ha propiciado durante el siglo XX las introducciones de esta especie de pejerrey en las áreas de distribución originarias del pejerrey patagónico Odontesthes hatcheri, dando lugar a la formación de poblaciones simpátricas en varios lagos y embalses de la Región Andina. La presencia de hibridación entre estos dos pejerreyes fue evidenciada en peces en cautiverio, generando híbridos que son fértiles. Estudios muy recientes y en curso, intentan evaluar si algo similar ocurriría en la Laguna Costera Mar Chiquita (Buenos aires), pero no por la introducción, sino como un fenómeno natural entre el pejerrey de agua dulce Odontesthes bonariensis y el escardón Odontesthes argentinensis, pejerrey marino, especies que conviven simpátricamente en dicho ambiente. Por Nelson Bovcon,  Pablo Cochia y Mariano González- Castro.

pesca

El pejerrey de laguna es una de las especies emblemáticas de la pesca recreativa que se puede practicar desde la orilla de cualquier cuerpo de agua, de un bote, de un puente o de un muelle en lagunas, lagos y ríos del norte de argentina. Durante el invierno los pescadores de distintas localidades del país comienzan congregarse en las mejores lagunas de Buenos Aires para pescar el pejerrey de laguna, tanto desde la costa como embarcada. Esto genera que las rutas de la provincia comienzan a ser transitadas por excursiones de pesca o fanáticos particulares de todo el país que viajan durante toda la noche para llegar a los mejores pesqueros. En la Patagonia presenta poblaciones estables en la cuenca del Rio Colorado y Negro, también habita los embalses Marí MenucoCasa de Piedra y los Barreales que son aprovechadas junto con el pejerrey patagónico. En este caso además de la clásica pesca con carnada también es capturado con mosca.  En la pesca del pejerrey de agua dulce se emplean dos modalidades: la pesca de flote en la que los anzuelos penden de una boya y operan a la profundidad  que desee el pescador, y la pesca de fondo en la que todos los anzuelos trabajan apoyados sobre el lecho debido a que la línea lleva un plomo en su extremo. Para la pesca de flote se recomienda la utilización de cañas de 4 a 4,5 m preferentemente de grafito con reeles frontales o rotativos con alta recuperación (de 8 a 1 o 9 a 1), cargados con tanza o multifilamento, esta última opción es la más recomendada y en el caso de utilizar tanza será necesario la utilización de flotalíneas. Se utilizan bajadas de aproximadamente de 4 metros, no debe superar la distancia que va desde el puntero de la caña y el porta reel, con 3 boyas más puntero o en algunos casos con la clásica boya palito con 2 brazoladas cortas que trabajan libremente y presentando mayor movimiento y permitiendo ser más efectivas. Cuando se pesca al garete no es necesario la utilización de punteros cagados, ya que la línea navegara en forma pareja y no se encimaran las boyas.

Es importante que los anzuelos se aten utilizando el nudo loco o dentro de un lazo, esto permite que el anzuelo tenga mayor movimiento y la carnada se vea más natural.

Cuando queremos pesca en forma de deriva y para lograr que las boyas se alejen lentamente hay que dejar el pick- up abierto dejando salir la tanza para que las brazoladas trabajen a la profundidad deseada. Cuando se elige un sitio de pesca ya sea en una laguna o río, embarcado o de costa, es importante averigüen con la gente del lugar como es la modalidad de pesca que presenta mayor eficacia en cuanto a las líneas a utilizar, si sale de fondo o de flote, si es necesario boyas chicas o grandes, el color de la boyas, etc.  

Cuando se pesca desde muelles se puede usar las clásicas boyas yo-yo bien chicas donde se regula la longitud de las brazoladas que permita tener los anzuelos en la profundidad deseada y donde está el pique. 

Es importante conocer la laguna o embalse y tener en cuenta en qué dirección estuvo soplando el viento en los últimos días para saber buscar donde muere el viento, lugar donde se acumulara el alimento y seguramente estarán los peces comiendo. Algo para tener en cuenta es que los mejores días para la pesca son los ventosos y frescos, lo que origina que el agua esté agita y oxigena,  permitiendo que el pejerrey tenga mayor actividad. Por lo general, cuando las aguas están más agitadas el pejerrey pica más en superficie. Cuando se planchan por falta de viento, tiende a buscar más profundidad, por consiguiente hay que alargar la medida de las brazoladas. Una vez tirado la línea se deberá dar movimientos sutiles con la caña para buscar darle movimiento a la carnada. Las brazoladas deberán ser todas del mismo largo para que el aparejo quede en línea recta y se puede observar cuando es llevado por el pique de los pejerreyes. Por Marcelo Rojas y Nelson Bovcon

Ficha
peje paata
Estado de conservación
Calidad para consumo
Ambiente