Hippocampus spp.

El caballito de Hippocampus erectus, se distribuye desde las costas de Canadá y USA, hasta Brasil y Uruguay. Las mayores concentraciones de caballitos de mar en Argentina se localizan en la bahía de San Antonio (golfo San Matías, Patagonia), donde estos peces son especialmente conspicuos durante los meses de primavera y verano. Recientes estudios morfométricos indican que los individuos de esta población patagónica pertenecerían a un nueva especie, aunque su validez deberá ser confirmada por estudios de genética molecular.  El caballito de mar es un signátido, grupo que también incluye a los peces aguja y dragones de mar. Una característica distintiva del grupo es el método de incubación de los huevos. El macho adulto posee una bolsa incubatriz ventral, donde oxigena, osmorregula y nutre a los embriones durante el desarrollo. La temporada de reproducción en la bahía de San Antonio transcurre entre los meses de octubre y marzo de cada año. El nacimiento de las crías se produce principalmente durante los meses de diciembre y enero, y para finales del verano se observa la presencia de los juveniles reclutados a la población. Las crías recién nacidas tienen un largo total promedio de 8,4 mm, son de aspecto similar a los adultos y completamente independientes desde el momento en que nacen. Son peces de crecimiento rápido y ciclo de vida corto, alcanzando los individuos una edad máxima de dos o, excepcionalmente, tres años. Los adultos alcanzan una talla máxima de 162 mm y un peso máximo de aproximadamente 15 g.....

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El caballito de mar de la bahía de San Antonio se alimenta principalmente de crustáceos, en particular anfípodos y decápodos. El tipo de crustáceos ingeridos es un reflejo del método de depredación y hábitat. Los anfípodos y decápodos hallados en la dieta del hipocampo de Patagonia, se encuentran en aguas templadas desde el supra al infralitoral, asociados comúnmente con algas verdes y pardas. Los hipocampos, en correspondencia, permanecen la mayor parte del tiempo asidos de las algas u otros objetos, cazando las presas que se encuentran en ellos. Por otra parte, al igual que para otras especies de caballitos de mar, se ha observado canibalismo sobre las crías recién nacidas.

La forma de los hipocampos es atípica entre los peces, ya que presentan una postura vertical, con la cabeza doblada en ángulo con respecto al cuerpo y un hocico tubular que lleva una pequeña boca sin dientes en el extremo. Todos los hipocampos presentan el cuerpo rodeado externamente por una serie de anillos óseos (sin escamas) que brindan protección, pero al mismo tiempo limitan su flexibilidad. Otra particularidad de los hipocampos es que no poseen aleta caudal, por lo tanto no son veloces nadadores. Sin embargo, son muy ágiles y nadan hacia adelante o hacia atrás por ondulaciones de las aletas dorsal y pectorales. Además, su cola prensil le permite asirse de distintos objetos. Los caballitos de mar tienen la capacidad de camuflarse y cambiar su color para asemejarse al ambiente en el que viven. Esto les brindaría protección y favorecería el acecho y captura de las presas.

El tipo de distribución espacial de los caballitos de mar, su baja movilidad y algunas particularidades de su historia de vida determinan que estas especies presenten una fácil accesibilidad a la explotación y muchas de sus poblaciones se encuentren en riesgo de colapso. Por todo lo mencionado anteriormente, en varios países del mundo se desarrollan acciones tendientes a lograr una efectiva conservación de estas especies. En este sentido, el género Hippocampus ha sido incorporado recientemente en el Convenio sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de fauna y flora silvestre, Conferencia de las Partes, Ginebra (2003),  considerándose la mayor parte de los mismos en estado de amenaza, vulnerabilidad o insuficiente información por parte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Se considera que las principales amenazas a la conservación de los caballitos de mar son la contaminación y la destrucción de los hábitats naturales, producidas por el rápido incremento de las poblaciones humanas en las áreas costeras. En la bahía de San Antonio, los caballitos de mar han sido objeto de capturas comerciales desde hace más de tres décadas, teniendo las mismas como destino principal el mercado de acuarismo y la preparación de souvenirs para ventas al turismo local. Por Raúl González, Lorena Storero y Matías Maggioni

Ficha
ficha caba'
Estado de conservación
Calidad para consumo
Ambiente
Hábitat