Se los reconoce como peces “anguila” o “vívora”, debido a su cuerpo alargado, boca inferior y aletas dorsal, caudal y anal unidas en un continuo. Peces de amplia distribución en los mares de todo el mundo, se los encuentran desde ambientes intermareales hasta zonas abisales. En la Argentina, y especialmente en la Patagonia, la familia está muy representada, existen unas 25 especies que habitan especialmente la zona intermareal. Se los puede encontrar en zonas de sustrato lodoso con lajas sueltas, donde son especialmente abundantes, bajo rocas de piletas de marea en cuevas y grietas de áreas rocosas o bajo los hapterios del grampón (Órgano de fijación al fondo) del alga parda Macrocystis pyrifera. Poco es lo que se conoce del rol ecológico de estas especies y de sus comportamientos, pero es interesante resaltar una particularidad de las especies de esta familia. Durante la época de reproducción forman parejas y cuidan las puestas de huevos durante un prolongado periodo hasta su eclosión. Es probable observarlos durante este período (diciembre – mayo) en forma de “rosetas”, donde la puesta es rodeada por ambos reproductores. Algunas de las especies comúnmente encontradas en las costas patagónicas son: Austrolycus laticinctus, Austrolycus depressiceps, Iluocoetes elongatus, Iluocoetes fimbriatus, Phucocoetes latitans, Dadyanos insignis y Crossostomus sobrali. La primera especie (que corresponde a la especie ilustrada en esta guia) es posible observarla en cuevas pequeñas y profundas asomando solo la cabeza, haciéndonos recordar a los congrios y morenas. Es particularmente abundante en la zona de la bahía Camarones, en el norte del golfo San Jorge, donde le llaman “vieja de la cueva”. La dieta de las especies mas pequeñas consta principalmente de invertebrados como isopodos, amfipodos y poliquetos, mientras que a las especies mas grandes como A. laticinctus, A. depressiceps e I. fimbriatus agregan a su dieta peces y crustáceos decápodos. A. laticinctus e I. fimbriatus aparecen muy frecuentemente como fauna acompañante en las pesquerías de arrastre, principalmente de merluza. Por Lidia Manzur, Fabián Vanella y Alejo Irigoyen
