Robalo

La alimentación del róbalo está compuesta por una gran variedad de presas. La composición de la dieta varía temporalmente en un área determinada (se observan presas diferentes en los distintos meses del año). A su vez la dieta varía espacialmente, es decir que en diferentes zonas dentro del área de distribución las presas son diferentes. Sin embargo, se puede generalizar diciendo que los componentes más importantes de su dieta son los crustáceos (cangrejos, anfípodos e isópodos), los anélidos poliquetos e incluso varias especies de algas, aunque aún es materia de debate científico si estas últimas son ingeridas en forma intencional o incidental. El róbalo es un pez hermafrodita protándrico, es decir que todos los individuos son machos desde que nacen hasta un determinado tamaño o edad en el que una proporción o todos los individuos, cambian de sexo. La época de desove de la especie varía con la latitud: en el norte del Golfo San Matías ocurre hacia fines de otoño y comienzos del invierno en tanto cuanto más al sur nos desplazamos, el desove acontece durante los meses de primavera y verano. Como se indicara anteriormente, el crecimiento del róbalo, al igual que la alimentación y la reproducción, varían con la latitud. Así, se observan ejemplares de mayor tamaño y más longevos con el aumento de la latitud, en tanto la talla total y la edad a la cual ocurre el cambio de sexo también se hacen mayores. Por ejemplo, los róbalos capturados en la zona norte del Golfo San Matías no superan los 60 cm de largo total y los 7 años de edad, mientras que la talla y la edad en las que ocurre el cambio de sexo son 35 cm y  2 años respectivamente. Estos valores aumentan considerablemente hacia el sur donde por ejemplo en la Ría Deseado, se han capturado róbalos de hasta 80 cm de largo total y 8 años de edad; y en las Islas Malvinas, ejemplares de hasta 90 cm y 11 años de edad. En el Océano Pacífico, por ejemplo en la región de Valdivia, se han capturado ejemplares de hasta 80 cm de largo total y 10 años de edad. En la región noroeste del Golfo San Matías, los róbalos se acercan a la costa durante la época de desove dando lugar a una pesquería recreacional y de subsistencia durante los meses de otoño e invierno. Las carnadas más utilizadas en esta zona son la almeja púrpura (Amiantis purpurata) y la lombriz de mar colorada, ambas recolectadas por los mismos pescadores denle el intermareal. Por Marianela Gastaldi