Umbrina canosai

El pargo blanco se distribuye desde Río de Janeiro en Brasil (23° S) hasta el Golfo San Matías en Argentina (42° S), aunque no penetra en el Río de La Plata. Habita la región costera y generalmente es hallada en profundidades menores a 50 m, sin embargo existen registros hallados a 70 y 85 m frente al litoral bonaerense (39° S). Es una especie migratoria, cuyo hábitat trófico estival está localizado en la región de Mar del Plata y parte del litoral uruguayo. El área de reproducción y de cría se localiza en la región costera cercana a Río Grande del Sur en Brasil (32° S). Luego de alcanzar la longitud de primera madurez (18 y 22 cm para machos y hembras, respectivamente) los individuos abandonan la costa brasileña para desplazarse hacia los hábitats tróficos (lugares donde se alimentan) en el sur. A fines de invierno y primavera en la costa uruguaya, la fracción de la población está conformada por individuos de 18 a 30 cm, con una moda en 17 cm estos, no llegarían a las costas argentinas en la región de Mar del Plata. Los individuos pertenecientes a las clases de talla menores realizan una migración de menor amplitud y se desplazan por diferentes fajas de profundidad que los pargos más grandes. Estas agregaciones y migraciones son características de los sciénidos (familia a la que pertenecen las corvinas en general) y ha sido observada en la distribución del pargo durante todo el año. Estudios realizados en Mar del Plata indican que el pargo blanco es una especie demersal bentófaga y omnívora (se alimenta de animales, algas y materia orgánica del fondo). Consume preferentemente poliquetos, crustáceos y anfípodos. Similares resultados fueron obtenidos para la costa uruguaya. El tipo de fondo influye en la distribución del pargo. En el litoral uruguayo ésta parece estar relacionada con la localización de fondos fangosos, pero en el litoral brasilero las concentraciones reproductivas de ejemplares que mostraron bajas tasas de alimentación ocurren sobre fondos arenosos y arenosos-lodosos a profundidades menores a 60 m. Por otro lado, el área de cría de los juveniles se halla entre 50 y 100 m sobre fondos lodosos y lodo-arenosos. Esto sugiere que el tipo de fondo no es un factor determinante de la distribución de la especie en el área de reproducción pero adquiere importancia en las áreas de cría y alimentación, donde la dependencia del sustrato en los peces bentófagos es mucho mayor. Los aspectos reproductivos analizados para Río Grande del Sur en Brasil muestran que el desove de la especie es múltiple, el número de lotes pequeño y que esto transcurre entre los meses de agosto y enero. Las hembras mayores comienzan a desovar antes y son también las que primero concluyen y migran hacia el hábitat trófico estival. Los machos permanecen en la región de desove durante más tiempo que las hembras. El largo de primera madurez para hembras es de 21,4 cm y para machos de 18,4 cm. En relación a la edad, a los 2 años el 27% de las hembras y el 60% de los machos son sexualmente maduros y a los 3 años el 80% y el 97,6%, respectivamente. La fecundidad aumenta con el largo total, peso total, peso de los ovarios y la edad. Se ha observado un máximo de 16 años de edad para el pargo blanco. Esta especie, con un tamaño máximo de 40 cm y 900 gr de peso, es una especie relativamente longeva pues con frecuencia se observan edades superiores a los 15 años. Crece más rápido en los primeros años de vida, antes de alcanzar la madurez sexual, y después la tasa anual de crecimiento en peso disminuye gradualmente hasta menos del 5,5% a los 7 años. Se han realizado estudios que sugieren que los pargos hallados en aguas argentinas, uruguayas y del sur de Brasil pertenecerían a una misma población. Es en Brasil donde los antecedentes de estudio de esta especie son comparativamente más numerosos, dado que esta especie constituye un componente principal en la pesca de arrastre de fondo. Tanto en Argentina como en Uruguay es una especie incidentalmente capturada en la pesca de arrastre costera y en pesquerías artesanales con volúmenes máximos de aproximadamente 10000 toneladas. Recientemente, en Brasil un trabajo puso en evidencia que el aumento de barcos de arrastre que dirigen su esfuerzo al pargo y que realizan una intensa explotación en los últimos 40 años, sumado a la incorporación de nuevas tecnologías en la pesca y nulas medidas de manejo, promoverán un fuerte riesgo de colapso para la pesquería que se desarrolla en esas aguas. Por Andrés Jaureguizar y Andrés Milessi

 

Pesca

Existe muy poca información y tradición de la pesca del pargo blanco. Por ser parte del variado costero bonaerense y muy similar a la corvina rubia pasa desapercibido. Sólo algunos pescadores se dan cuenta de que no se trata de una corvina. Sin embargo, la calidad de su carne y comportamiento particular merecen atención de quien quiera disfrutar de esta especie del mar argentino. De técnicas y situaciones de pesca similar a otras especies como la corvina, la pescadilla y la burriqueta. Por Alejo Irigoyen

 

Ficha
ficha pargo
Estado de conservación
Calidad para consumo
Ambiente
Hábitat