Acanthistius patachonicus

Se distribuye desde San Pablo en Brasil hasta el sur del golfo San Jorge (48° S), entre la costa y los 90 m de profundidad (aunque existen registros hasta los 130 m de profundidad). En Brasil es considerada como una especie rara y en Argentina es una especie común y en determinados sitios abundante, especialmente entre los 38 y 45° S. Sólo habita en aguas del atlántico sudamericano y es una de las especies características de los arrecifes argentinos. Siempre se los observa cerca de un refugio y en grupos que van desde unos pocos hasta decenas de individuos. Son muy curiosos y confiados con los buzos. Presentan una alta fidelidad de sitio. Mediante el seguimiento de individuos marcados se registraron individuos que permanecieron durante años en el mismo lugar y otros que luego de ausentarse durante los meses fríos del año retornaron al mismo sitio. Durante los meses del invierno y primavera la mayoría de los individuos se retiran de los arrecifes mas someros (entre 0 y 15 m en marea baja) y luego hacia el verano regresan llegando a un máximo de abundancia hacia el otoño. Esta variación estacional en la abundancia acompaña los cambios de temperatura del agua y posiblemente los meros busquen aguas profundas de condiciones ambientales estables. Sin embargo, esta estacionalidad en la abundancia también podría estar relacionada con la reproducción, ya que entre fin de septiembre y diciembre es la época reproductiva de la especie y en determinadas zonas de la plataforma argentina existen grandes agregaciones reproductivas. Estas agregaciones están definidas como concentraciones de individuos de una misma especie por lapsos de tiempo relativamente cortos y con fines exclusivamente reproductivos. Experimentados capitanes de pesca coinciden en que durante la primavera era común capturar más de 12 toneladas en un solo lance de red de arrastre (¡aproximadamente 8000 individuos!) en puntos específicos. Estas agregaciones explotadas industrialmente eran blanco de numerosos barcos y actualmente son muy raras. Por otro lado, en Claromecó se explotan agregaciones reproductivas de forma artesanal desde la década del 80. Esta pesquería de lanchas medianas y chicas opera exclusivamente durante los meses de septiembre a diciembre y utilizan trampas hechas de mimbre (llamadas nasas) para la captura de los meros. Los pescadores relatan que la llegada de individuos chicos (pero reproductivos) delata la inminente llagada de grandes grupos de individuos medianos y grandes, los machos fluyentes y las hembras llenas de huevos. La temporada termina sobre fin de noviembre o puede extenderse hasta los primeros días de diciembre si las condiciones climáticas son buenas. Vale aclarar que no toda la población de meros se agrega para reproducirse. Algunos meros pasan los meses reproductivos en pequeños grupos dentro de los arrecifes habituales y seguramente se reproduzcan allí mismo..........

 

Ver más

El mero es de crecimiento lento y muy longevo. Se han determinado edades de alrededor de 40 años para individuos de tallas entre 44 y 50 cm de largo, sin embargo, es frecuente ver individuos de hasta 65 cm (cerca de 4 kilos de peso) de largo que no sabemos qué edad pueden tener. Por este motivo es una especie muy sensible a la sobrepesca. En los parajes donde la pesca es habitual, los ejemplares de gran tamaño son muy raros de observar. Se alimenta mayormente de crustáceos (cangrejos, langostinos y bogavantes), peces y poliquetos (llamados “lombrices marinas”). Los individuos de mayor tamaño suelen comer pulpos y peces. Tiene un cuerpo corto y robusto, con fuertes espinas en las aletas dorsal, anal y pélvicas y en el opérculo. Presenta una cabeza y boca protráctil de gran tamaño. Estas características son típicas de peces adaptados a vivir en cuevas y grietas, lo cual no los hace buenos nadadores excepto para movimientos rebuscados entre rocas, cortos y rápidos. Tiene un patrón de coloración uniforme de tonos de grises o bordó con un mosaico de manchas negras que forman una serie de bandas a lo ancho del cuerpo. Hasta hace poco tiempo esta especie fue llamada con el nombre científico de Acanthistius brasilianus pero fue debido a un error en la identificación de las especie. Acanthistius brasilianus es otra especie que habita desde Cabo Frío hasta Uruguay y es muy similar de forma y de aspecto al mero (A. patachonicus) pero tiene un patrón de coloración muy distinto, siendo este de color marrón claro uniforme y con bandas blancas a lo ancho del cuerpo. Debido a este error la mayoría de la información científica producida para estas especies está confundida, lo cual debemos tener en cuenta si buscamos información científica de la especie. Por Alejo Irigoyen

 

Pesca

El mero es la especie más capturada por pescadores argentinos de altura y submarinos. Es relativamente confiado y poco selectivo con señuelos y carnada. Como en lo descripto para el salmón, la clave es localizar los lugares donde habita y lograr una técnica de garete y equipos equilibrados con la profundidad y corrientes para llegar donde están los meros con el anzuelo o señuelo. Su alta abundancia y frecuencia de capturas posiblemente sea una característica única de nuestro mar, ya que en otras regiones del mundo especies similares denominadas groupers en ingles, meros por los españoles o badejos por los brasileros y portugueses (términos que engloban cientos de especies) son muy escasas, muy preciadas y por lo tanto se capturan muy poco. Se recomienda devolver individuos chicos y medianos para reducir el tiempo de recuperación y el deterioro de los pesqueros. Si se devuelven rápido es una especie muy resistente a los cambios de presión. Tiene una carne excelente y firme, incluso puede que sea la mejor del mar argentino para preparar ceviche al estilo peruano. Por Alejo Irigoyen

Ficha
ficha mero
Estado de conservación
Calidad para consumo
Ambiente
Hábitat