Callorhynchus callorhynchus

El pez gallo pertenece al grupo de condrictios (peces con esqueleto de cartílago), al cual también pertenecen  los tiburones y rayas. El pez gallo pertenece al Orden Chimaeriformes y a la familia Callorhinchidae, los peces de este orden son comúnmente llamados quimeras. La familia Callorhynchidae tiene un único género: Callorhinchus Lacepède, 1798, que es de distribución subantártica con representantes en Australia y Nueva Zelandia (Callorhinchus milii), el sur de Africa (Callorhinchus capensis) y en la región sur de Sudamérica Callorhinchus callorynchus que se distribuye desde el sur de Brasil hasta Perú, incluyendo Uruguay, Argentina y Chile y desde la línea de costa hasta la isobata de 200 m. El pez gallo presenta la cabeza roma con el hocico modificado en proboscis (trompa) que es característica de esta familia, la cual presenta una parte basal carnosa, y dos laterales en forma de lámina. La boca está situada en posición inferior, presentando placas dentarias de crecimiento continuo, las cuales son como fuertes dientes en mosaico. Carece de opérculo, pero los cuatro arcos branquiales están protegidos por un pliegue carnoso, que se abre en una única abertura a la altura de la base de las aletas pectorales. Presenta dos aletas dorsales; la primera se encuentra precedida por una fuerte espina aserrada, la cual puede provocar heridas de cierta consideración a los pescadores, por lo que los pescadores prestan especial atención a la manipulación de los ejemplares, la segunda aleta dorsal presenta una porción anterior elevada y triangular, y una posterior más baja. La aleta caudal es heterocerca y finaliza en un largo filamento. La aleta anal es alta y de base angosta, y adyacente a la aleta caudal. Las aletas pectorales son muy amplias.....

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El cuerpo se encuentra desnudo salvo en la región dorsal, a ambos lados de línea media del cuerpo se encuentra una hilera de pequeñas escamas orientadas posteriormente, fácil de detectar con el tacto cuando se les desliza la mano desde la cola hacia la cabeza en ejemplares juveniles y en menor medida en ejemplares maduros. En las agarraderas prepélvicas y en el tenáculo frontal se encuentras las escamas modificadas en espinas. La línea lateral, es un órgano sensorial evidente que se puede visualizar con facilidad, presenta un recorrido sinuoso. 

La coloración del dorso es plateada y en algunos casos pueden presentar manchas grises, más opaca en los flancos, zona ventral blanquecina, iridiscente verde azulada. Las manchas del dorso y flancos son muy notorias en juveniles, y en algunos ejemplares maduros. Los machos se diferencian de las hembras por presentar un tenáculo frontal, incluido en una fosita en la región superior de la cabeza (en la frente del individuo), conocida por los pescadores como “la antenita”, con la parte externa lisa y la interna cubierta de pequeñas escamas placoideas espinosas (muy pinchudas al tacto). Esta característica es notoria en los ejemplares maduros y no así en los juveniles. Otra característica en los machos maduros sexualmente es la presencia de agarraderas prepélvicas cubiertas de escamas espinosas (muy pinchudas al tacto) en ambos lados de las aletas ventrales que están próximas a la cloaca, y que no son visibles a simple vista ya que se encuentran alojadas en fositas y sólo salen durante el apareamiento o cuando se les genera una presión muy fuerte en los laterales del cuerpo a la altura de las aletas ventrales.  Sumado a las características ya mencionadas que permiten identificar a los machos maduros, existe otra característica que permite diferenciar a los machos de las hembras desde que son recién nacidos y que reciben el nombre de claspers, modificaciones que presentan las aletas pélvicas y que los pescadores suelen llamar “patitas” dado que se encuentran en la región ventral del cuerpo (uno de cada lado). Esta característica es compartida con el resto de los peces cartilaginosos. Cuando los ejemplares machos están sexualmente maduros los claspers son largos y se encuentran duros por estar calcificados. Tanto el tenáculo como las agarraderas pélvicas tienen la función de retener a la hembra durante el apareamiento y dado que ambas estructuras presentan escamas espinosas que son muy pinchosas al tacto, generan numerosas marcas en forma de rayones en la superficie del cuerpo y en las aletas de las hembras. El clasper tiene la función de introducirse dentro de la cloaca de la hembra, generando que ambas cloacas, tanto del macho como de la hembra, queden enfrentadas para que se trasfiere el esperma, de coloración verdosa, a la hembra.

Es una especie ovípara, lo que quiere decir que hay una fecundación interna y el embrión se desarrolla fuera de la hembra. Libera un par de huevos, ovicápsulas, en forma simultánea, protegidos por una cápsula córnea oval de hasta 27 cm de largo, con una parte central lisa, donde se halla el embrión, y un borde filamentoso. Son de coloración amarillo verdoso y con el tiempo se van oscureciendo hasta llegar a ser de color negro. Suelen ser encontrados en la línea de costa cuando son arrojados por los fuertes temporales, en la mayoría de los casos suelen estar rotos y por lo general sólo se encuentra conservada la parte central lisa y el borde filamentoso muy reducido. En el Golfo San Matías de la provincia de Río Negro, el apareamiento ocurre de julio a febrero, y la liberación de las ovicápsulas, tiene dos períodos: uno principal entre agosto y noviembre, y otro en febrero.  En la costa de la provincia del Chubut el apareamiento ocurriría en zonas costeras menores a los 50 metros de profundidad entre octubre y febrero, y las primeras hembras con espermatóforos se observan a partir de noviembre, en el verano entre el 60 y el 80 % de las hembras maduras presentan el espermatóforo en sus cloacas. 

La mayor concentración de pez gallo, tanto neonatos, juveniles y maduros  se encuentra en las zonas costeras entre primavera-verano. Los juveniles permaneces más tiempo en la zona costera, la cual es un área  de nacimiento y de cría del pez gallo, como es el caso de Bahía Engaño en la provincia del Chubut, mientras que los ejemplares maduros a partir de marzo se dirigen hacia aguas más profundas, no observándose agregaciones importantes. Las capturas de la pesca recretaiva – deportiva costera se concentran principalmente sobre el segmento de juveniles de la población. Algo similar ocurre en las pesquería comerciales de camarón que desarrolla en Bahía Engaño por la flota artesanal y la pesquería de langostino de la flota amarilla que operan desde el Puerto de Rawson. Las hembras alcanzan la talla de 70 cm y con un peso máximo de 5,5 Kg; los machos alcanzan los 61 cm y con un peso máximo de 2,3 kg. La talla de madurez sexual en las hembras es de 42 cm y de 38 cm en machos.

La edad máxima registrada para las hembras de pez gallo en el Mar Argentino fue de 17 años y alcanzarían la madurez sexual a los 9 años, mientras que los machos registrarían una edad máxima de 10 años y alcanzando la madurez a los 6 años. Esto coincidiría con lo observado en el pez gallo de Australia, Callorhinchus milli, en donde se registró una edad máxima de 21 años con métodos de captura y recaptura.

El pez gallo es una especie bentófaga que se alimenta de bivalvos (especialmente vieiras), gasterópodos, cefalópodos, poliquetos, crustáceos, erizos de mar, peces pequeños. Es una especie trituradora por excelencia y presenta diferencias entre juveniles y adultos y también entre machos y hembras como consecuencia de diferencias en las placas dentarias. El pez gallo es una de las especies objetivos de la pesca recreativa durante la primavera-verano en la Patagonia.Es uno de los peces cartilaginosos más desembarcados en puertos patagónicos y en sus capturas predominan los ejemplares juveniles. Por Nelson Bovcon y Pablo Cochia 

 

Pesca 

Para la pesca de pez gallo en la región Patagónica se utilizan cañas o varas con una longitud entre los 3,5 y 4,2 metros y las cuales deberán ser aptas para lanzar plomos de hasta 250 gramos. Se emplean para este tipo de pesca tanto reeles frontales como rotativos pero deben cargar más de 200 metros de tanza de un diámetro que puede ser de entre los 0,28 y 0,35 mm y a la que se añade 10 metros de chicote cónico (tanza que comienza con un grosor de 0,30 y finaliza en 0,70). Se suele usar de uno a tres anzuelos en la puntera, pero el número de anzuelos puede afectar la distancia del tiro que realicemos, cuando mayor distancia queramos alcanzar menos anzuelos debemos colocar. Los anzuelos pueden atarse en los rotores colocados en el mismo chicote y los cuales presentan nudos móviles que permitirán controlar la altura de los anzuelos y otra alternativa es utilizar bajadas de hasta 1,5 metros de largo, con dos anzuelos, y que se atan al chicote. Hay dos formas o técnicas para pesca el pez gallo: una es anclado, cuando la plomada no se moviliza por el fondo; y la otra es con deriva controlada en donde la plomada se desplaza por el fondo. Se recomienda pescar con anzuelos chicos, en relación al norte de nuestro país en donde se utiliza anzuelos grandes, pero en ningún momento se usan anzuelos en tándem. La boca del pez gallo es chica en comparación con su cuerpo y con anzuelos chicos los resultados son muy satisfactorios. Se recomienda utilizar anzuelos desde 1.0 a 3.0 de Mustad para pesca variada, otra alternativa son los anzuelos pata larga o garra de águila, y otra alternativa son los anzuelos Cuttin Point de Owner que son muy clavadores.  Estos anzuelos deben ser atados con tanza del 0,70 y la brazolada tiene que tener una longitud de 50 cm como mínimo. 

El encarne debe ser de buen tamaño dejando la punta del anzuelo siempre libre, y al usar anzuelos chicos la carnada se debe colocar sobra la brazolada del anzuelo, la cual debe ser atada con hilo elástico para evitar que se pierda en el lanzamiento. Las carnadas que mejores resultados dan es langostino, magru, anchoa, pejerrey, calamarete en forma separas o combinadas. Pero el que mejor resultado se obtiene con langostino o combinado con anchoíta. 

Si se pesca en forma anclado, de acuerdo al peso del plomo y a la resistencia del ancla, se podrá usar anzuelos más gruesos. Al pescar de esta forma el pez tomara la carnada y al tratar de nadar el plomo anclado hará que el anzuelo se clave en el pez, combinar el anzuelo y el plomo con buen tino ayudara a pescar mejor. Cuando se pesca con deriva se tendrá que ajustar el peso del plomo de acuerdo a varios factores como son el tamaño de nuestros anzuelos y la fuerza de la correntada del mar producida por el movimiento de mareas. Cuando el plomo es muy liviano la deriva será muy rápida lo cual generara que se pierdan piques, ya que el aparejo se desplazará muy rápido no dando tiempo a que el pez trague el anzuelo. Con la técnica de deriva contralada se podrá cubrir mucho terreno de pesca, lo cual es una ventaja sobre la pesca en forma anclada. Cuando la deriva es muy fuerte se tendrá que aumentando el peso del plomo o utilizar plomadas con alambres que permitan aumentar o disminuir la resistencia a dicha deriva, de esta forma el aparejo se desplazara levemente, acompañando y dando tiempo a que las peces coman, y que los peces de menor tamaño tengan mayor oportunidad de llegar al aparejo a pesar de tener que nadar en contra de la corriente en comparación cuando el aparejo está anclado. Tenemos que pensar que los peces nadan en contra de la corriente y de esta forma percibirán la presencia de nuestra carnada ya que la correntada llevara su olor hasta sus órganos sensoriales. Muchas veces los pescadores dicen que los peces están picando en el anzuelo de arriba, y lo que está sucediendo en realidad es que el plomo que se encuentra en el fondo está enfrentado a la correntada, generando un panceado del aparejo y de la línea, y si tenemos dos anzuelos en un aparejo, el anzuelo más lejano al plomo será con el primero que se encuentren los gallos cuando sigan la estela de olor de nuestras carnadas. El aparejo siempre está apoyado sobre el fondo y casi siempre perpendicular a la costa. En los momentos de cero deriva, cuando la marea ha llegado a la baja o pleamar total, el olor de las carnadas no se distribuye a mucho distancia. El movimiento de la marea actuaría como si fuera un viento, cuando sube va en una dirección y cuando baja en la opuesta, este movimiento es el que arrastra el alimento y transporta los olores. Cuando la marea esta estática, producto de que alcanzo la pleamar o la bajamar, la actividad de los peces es nula. Si tomamos el movimiento de la marea como si fuera un viento, lo ideal es no tener la tanza tensa he ir liberando tanza del reel para disminuir la tensión de la línea de pesca. Si se mantiene el nylon tenso no tendremos buenas respuestas al pique del pez gallo. Imaginen una tanza tensa con un gran desplazamiento de agua (viento), muchas veces el pescador cansado de no tener respuesta deja el equipo en el posa cañas y unas cuantas olas aflojan la tensión de la tanza dejándolo flojo y después de un tiempo es donde se da el pique. Por ese motivo al pescar con una deriva contrala no existirá esa tensión sobre la línea de pesca ya que se trata de equilibra el equipo al pescar con el pik up del reel abierto liberando constantemente tanza ante la tensión que genera de la deriva (pescar suelto-deriva controlada). Por Marcelo Rojas y Nelson Bovcon.

Ficha
Ficha gallo
Estado de conservación
Calidad para consumo
Ambiente
Hábitat