Pseudopercis semisfasciata

Más allá del nombre con el que comúnmente se lo conoce, el salmón de mar Pseudopercis semifasciata (Cuvier 1829) poco tiene que ver con un salmónido. Pertenece a una familia de peces cuyos ciclos de vida se desarrollan íntegramente en el mar. Entre los pinguipédidos (así se llama esta familia: Pinguipedidae) se cuentan más de 50 especies, distribuidas en siete géneros. Tres de esos géneros: Pinguipes, Pseudopercis y Prolatilus, son endémicos (Significa que la distribución de esas especies está limitada a un ámbito geográfico y que no se las encuentra en ningún otro sitio) de América del Sur, aunque en la literatura científica existe un registro de dos turcos (Pinguipes brasilianus) capturados en el Mar Mediterráneo en 1990 (ambos fueron pescados sobre la costa de Italia, en sitios distanciados unos 900 km entre sí). Pero volvamos al salmón de mar. Esta especie se distribuye desde Rio de Janeiro, en Brasil, hasta la Patagonia Argentina (golfo San Jorge), donde habita arrecifes rocosos, ambientes de fondos duros o semiduros, de génesis diversa, que ofrecen cuevas, grietas y aleros en los que los peces buscan refugio. Las dos especies del género Pseudopercis (P. semifasciata y P. numida) son las que alcanzan el mayor tamaño en la familia, superando el metro de largo y los 25 kg de peso. El salmón de mar más grande del que se tenga registro, por ejemplo, pesó 37 kg y midió 1,4 m de largo. Fue capturado en el golfo San Matías en marzo de 1991 por el Buque de Investigación BIP Capitán Cánepa.  El salmón de mar es una especie longeva y de crecimiento lento, la edad máxima registrada en una hembra fue de 31 años. Esta especie es gonocórica, es decir, los sexos están separados. Presenta dimorfismo sexual (los machos son más grandes que las hembras) y dicromatismo: existen dos coloraciones diferentes –esto también se observó en P. numida y en algunas especies del género Parapercis, perteneciente a la misma familia–. Los juveniles, tanto machos como hembras, son amarillos (tienen las aletas de ese color, con manchas pardas redondeadas, de pequeño tamaño, en la cabeza y el cuerpo)..........

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Los machos cambian su coloración a gris (las aletas y el cuerpo se tornan color gris plomizo, desaparecen las manchas) alrededor de los 50–60 cm de largo, una vez adquirida la madurez sexual fisiológica (la presencia de esperma fue corroborada en machos de entre 39 y 42 cm de largo). Los machos con un patrón de coloración intermedio se consideran transicionales y esta condición puede ser bastante efímera. Las hembras, en cambio, mantienen la coloración amarilla durante toda su vida. Aproximadamente la mitad de las mismas se encuentra sexualmente madura alrededor de los 34–37 cm de largo (unos 3 años de edad). Debido a que el salmón de mar es un desovante parcial, es decir, desova numerosas veces a lo largo de la temporada reproductiva, la misma abarca varios meses y presenta un pico entre octubre y diciembre en la región de los golfos norpatagónicos (41°S – 44°S). Aunque no se observaron comportamientos de apareamiento en estos peces, la permanencia en los arrecifes a lo largo del año indica que esta especie no realiza migraciones reproductivas, ni forma agregaciones con ese fin. El peso relativo de los testículos respecto del peso total en los machos sugiere que el cortejo podría producirse en los arrecifes, dentro de las cuevas, o involucrar un estrecho contacto entre machos y hembras (de esta forma se economiza la cantidad de esperma necesaria para fecundar un buen número de oocitos –o huevos–). Es probable que en la reproducción los machos monopolicen el acceso a algún recurso limitante (por ejemplo, una cueva determinada en el arrecife) o a las hembras (manteniendo una suerte de harem). El salmón de mar presenta una elevada fidelidad a los arrecifes, pudiendo incluso permanecer asociado a una misma cueva durante meses. En un programa de marcación de pequeña escala desarrollado en los golfos San José y Nuevo a principio de los 2000s se recuperaron peces hasta 4 años después de haberlos marcado. La mayor parte de las recapturas se hicieron a menos de 100 m desde el sitio de marcación, aunque unos pocos ejemplares se desplazaron distancias mayores (el más distante fue recapturado a 6200 m del sitio en que se lo pescó por primera vez). Los ejemplares de menor tamaño (<45 cm de largo) se desplazaron distancias mayores mientras que los machos grises y los transicionales permanecieron en los arrecifes por períodos más largos. Es interesante destacar que la permanencia de los salmones en los arrecifes fue diferente en sitios de relieve bajo colonizados por el alga invasora Undaria pinnatifida. En algunos arrecifes colonizados por el alga, los salmones desaparecían de los arrecifes en los meses de menor temperatura, coincidiendo con los períodos en los que el alga se encuentra más desarrollada, y volvían a ocuparlos a partir del verano, cuando el agua se calienta y la cobertura de Undaria se reduce hasta desaparecer. Es probable que la presencia del alga empobrezca la calidad de las cuevas como refugio y durante esos meses los peces busquen sitios más profundos donde protegerse, en los que Undaria no se desarrolla. Finalmente, con respecto a la alimentación, el salmón de mar es un depredador generalista que se alimenta de especies de fondos blandos, duros y presentes en la columna de agua, que captura de manera oportunista. En los golfos norpatagónicos su dieta incluye unas 50 presas diferentes, principalmente peces, cefalópodos y cangrejos. Por Leonardo Venerus 

Pesca

El salmón de mar está entre las especies más codiciadas del mar argentino. Todo pescador quiere su salmón y las capturas de esta especie reúnen a los amigos y familias alrededor de la parrilla. Es especie blanco de pescadores de altura y submarinos desde extremo ¿norte? del mar argentino hasta el Golfo San Jorge, siendo Mar del Plata, golfo San José, golfo Nuevo, Cabo Raso y Camarones sitios donde el salmón es parte del folklore local por su abundancia. Además, vale mencionar que en algunos puntos determinados de la costa argentina se suele pescar salmón a fuerza de largos y certeros lances desde la costa que dan en el hábitat del salmón, la margen sur del golfo Nuevo es uno de estos lugares. El salmón se encuentra en los arrecifes (también denominados "salmoneras") y dentro de estos tiene preferencias por cuevas de entrada baja y fondo de arena. Son capaces de hacer las cuevas o agrandarlas a medida que ellos crecen removiendo la arena. Los pescadores submarinos que frecuentan periódicamente las mismas cuevas pueden darse cuenta, sin ver los peces, si están habitadas o "tapadas" observando la disposición de la arena y las algas en torno a la boca de la misma. También, en algunos casos, son capaces de disernir si él o los habitantes son chicos, medianos o grandes. Los machos de la especie, de aspecto gris y grandes labios blanquecinos, pueden pasar los 30 kilos de peso y los 130 cm de largo total. Desde los 18 kg son verdaderas bestitas que salen muy poco. Por algún motivo desconocido, en los arrecifes del norte de la costa bonaerense (Mar del Plata) las capturas de estas tallas record son más frecuentes que en el resto del país. En la pesca de altura se lo pesca con carnada o señuelos (Jigging) desde embarcaciones o kayaks al garate (moviéndose sobre una zona determinada a la deriva por corrientes o viento). Son poco selectivos a la carnada y señuelos. La vida de los peces de arrecife, en general agregada (en su gran mayoría se encuentran en grupos de una o varias especies), hace que el que piensa mucho si atacar o no a una presa (o engaño) por lo general no coma. El arte de esta pesca consiste en colocar nuestros señuelos o anzuelos en el lugar preciso. Aquí, el conocimiento de los fondos y zonas de "cuevas de salmón" vale oro. Los pescadores y guías de pesca son muy celosos de esta información porque saben que los arrecifes se agotan rápido (al menos de los peces de mayor tamaño) y tardan mucho en recuperarse. Aquí se pone a la luz una de las contradicciones más frecuentes de algunos pescadores de altura que exponen que la pesca deportiva no tiene impacto.....   si es así ¿por qué no comparte la posición de las salmoneras donde pesca con todo el mundo?. Por este motivo es muy importante devolver los salmones chicos y medianos ya que los lugares donde más se depredan mas tardan en recuperarse. Algunos pescadores submarinos muy observadores afirman que, si no quedan salmones o quedan muy pocos, las cuevas se tapan de sedimento y cuesta mucho que se vuelvan a poblar. Hasta los 40-50 m de profundidad es posible devolver con vida los salmones al gua si se sacan y devuelven rápidamente. A mayor profundidad o si se levantan lentamente (los tejidos resisten la presión un tiempo limitado), el cambio brusco de presión generalmente es mortal para los peces de arrecife (aunque el mero es un poco más resistente que el resto) y no es posible hacer pesca con devolución. A excepción de zonas rocosas muy grandes, la exploración es parte de todo tipo de pesca dirigida a esta especie. Por otro lado, los pescadores submarinos localizan arrecifes o bien cuevas aisladas llegando a nado desde la costa o en embarcaciones. El salmón, así como la mayoría de los peces de arrecife, se lo pesca con arpón al vuelo o dentro de profundas cuevas utilizando linternas. Suele ser huidizo por lo que acercarse o encontrar salmones grandes se logra luego de años de experiencia. El primer salmón capturado de buen tamaño suele ser un hito que marca la madurez en el pescador deportivo en apnea.  Por Alejo Irigoyen 

Ficha
Ficha Salmon
Estado de conservación
Calidad para consumo
Ambiente
Hábitat