Gaelorhinus galeus

El cazón se distribuye por los mares y océanos templados de todo el mundo. En el Atlántico Sur Oeste habita las aguas del sur de Brasil, Uruguay y Argentina. Un estudio genético reciente estableció que los cazones de esta región no tienen conexión con poblaciones de otras regiones del planeta representando un stock único. Llega hasta los 195 cm de largo y 45 kilos de peso, aunque los tamaños típicos oscilan entre los 80 y 160 cm de largo y los 4 y 20 kilos de peso. Es una especie de crecimiento lento y longevidad superior a los 15 años (puede llegar a los 50 años). Son adultos (edad en la que comienzan a reproducirse) luego de los 4 años. Las hembras adultas paren en promedio 24 crías luego de un año de gestación y 2 años de desarrollo de los ovocitos (huevos). Esto significa una fecundidad muy baja de 8 crías por hembra madura por año en términos medios. Es una especie vivipara lecitrofica, esto significa que los embriones se desarrollan dentro de la madre y se nutren  exclusivamente del ovocito. Sobre los 12 meses de gestación la hembra pare pequeños cazones de entre 30 y 40 cm de largo que pueden nadar y alimentarse por sus propios medios. Las zonas especificas de parición se desconocen, aunque en Bahía San Blas y Bahía Anegada suelen capturarse hembras con crías durante el pico de abundancia que ocurre en octubre-noviembre. Se alimentan principalmente peces tanto pelágicos (que viven en la columna de agua) como bentónicos (de fondo), aunque también incluyen calamares en su dieta. En el caso de los peces de fondo el cazón usa su "trompa de cristal" (hocico cartilaginoso con células sensoriales eléctricas) para detectarlos cuando se esconden enterrados. El bagre sapo (Porihchtys porosissimus), que vive en zonas de fango y arena fina enterrado la mayor parte del día, fue descripto como la principal presa de las hembras de cazón en un estudio realizado en Bahía San Blas. A todo escala de tiempo el cazón tiene alta movilidad y forma cardúmenes de animales del mismo sexo  y estadio reproductivo, que en el caso de las hembras se divide en juveniles-adolecentes, maduras no grávidas y grávidas. En el ciclo anual se mueve de norte a sur a partir de la primavera, llegando hasta el golfo San Jorge (48 °S) en verano. Sobre el otoño invierte el sentido de migración concentrándose durante el invierno en la zona norte de su distribución. Esta migración sur-norte parece ser menos costera y más directa que la norte-sur. Este patrón general es bien marcado en las hembras que se ubican en áreas profundas y lejanas a la costa de Brasil y Uruguay en los meses más fríos del año. En agosto de 2015 fue recapturada cerca de la frontera entre Brasil y Uruguay a 290 m de profundidad una hembra de cazón marcada en febrero del mismo año en el golfo Nuevo, Argentina (1350 km de distancia en línea recta), lo cual confirma en parte el patrón antes descripto y la hipótesis existente de que existiría una única población de cazones para todo el Atlántico Sur.............. 

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Sin embargo, aún falta mucha información para entender el movimiento de esta especie en el mar argentino y el de los países hermanos, sobre todo en el caso de los machos que parecen tener un patrón migratorio diferente ya que si bien tienden a alejarse de las zonas más costeras en invierno podrían hacer migraciones más cortas e incluso permanecer a latitudes similares durante todo el año. Durante el día, el cazón presenta movimientos muy contrastantes entre el día y la noche. Por lo general pasa el día en zonas profundas o bien asociado al fondo en zonas bajas como Bahía San Blas y de noche se mueve hacia la superficie y/o zonas costeras para alimentarse. Es la especie con quizás más historia en nuestro país. Sobre la década del 40 por su sobreexplotación en el hemisferio norte y la fuerte demanda de vitamina A existió una alta demanda en el mercado mundial. Crónicas como las que se pueden encontrar el libro "Sembrando anzuelos"  relatan una verdadera fiebre de pesca. Prácticamente cualquier barco o barcaza que flotara era acondicionada para la pesca de cazones con espinel. En cada puerto o pueblo pesquero se esperaba la temporada del cazón y también existían compañías móviles que se iban trasladando hacia el sur a medida que avanzaba la temporada y siguiendo la migración de la especie. Se pescaba mayormente con espineles y se vendía en puerto a muy buen precio con el fin de extraer el aceite del hígado del animal rico en vitamina A. De esta bonanza económica se levantaron las primeras empresas de pesca industrial en los grandes puertos de nuestro país. Muchas personas como Juan Iglesias tuvieron su vida marcada por la "fiebre del cazón". Juan, hijo de inmigrantes gallegos y actualmente un personaje histórico de la pesca del Puerto de Rawson, nació en Balcarce en 1926. Luego de abandonar su producción de papa y ajo, ya que le la ganancia era menor que el costo de cosecharla, se alistó como marinero en 1951 para pescar en Chubut en el barco de un tal Alberto Olanda.... un pionero de la pesca industrial Argentina. Luego de muchos años de trabajo de marinero llega a ser Capitán y dueño del "Pica I" en el Puerto de Rawson, principalmente dedicado a la pesca del langostino y camarón. Juan y su barco están todavía en el Puerto de Rawson. Todo lo descripto sobre su sensible historia de vida (crecimiento lento y baja fecundidad) y fuerte explotación llevaron a esta especie a niveles poblacionales muy bajos en el Atlántico Sur. Pescadores expertos consideran que actualmente hay un 80% menos de cazones que unos 20-30 años atrás. Si consideramos que esta estimación es posterior al impacto más fuerte que sufrió la especie en la década del 50 y 60 la situación es muy crítica. El cazón es considerado para Argentina como una especie críticamente amenazada por la IUCN (Unión internacional de Conservación de la Naturaleza). Sobre las especies que están bajo esta consideración se recomienda acciones urgentes de cuidado y un manejo pesquero que ayude a su recuperación. Considerando la información existente sobre la migración del cazón, que traspasa fronteras, es esencial tener en cuenta que la especie debería manejarse mediante planes de trabajo y acción conjunta de Brasil, Uruguay y Argentina. Por estos motivos se recomienda fuertemente mucho cuidado y respeto por esta especie por parte de los pescadores deportivos.¡Foto rápida y al agua! La poca experiencia que existe sobre la supervivencia de cazones liberados nos habla de una especie muy resistente y capaz de recuperarse del agotamiento de la lucha, fuertes lastimaduras y de llevarse los anzuelos puestos. Por Alejo Irigoyen

 

Pesca. "Pedro, están floreciendo los aromos", le dijo de lejos el Barba a Pedro una tarde de agosto de 2011 cuando lo cruzó saliendo de una ferreteria de Mar de Ajo. Ni a Juan ni a Pedro les interesan mucho los arboles, pero con esa frase ellos entendían que debían organizar la primer salida de pesca de la temporada ya que la época de los aromos en flor coincide con la llegada de los cazones a la costa de dicha localidad bonaerense. Desde este punto de la costa argentina los cazones, en su migración de primavera norte-sur, van poblando las localidades costeras a media que avanzan los días. Las localidades en que la temperatura del agua aumenta sobre los 19-20 °C son abandonadas por esta especie para continuar hacia el sur y así mantenerse en el rango de temperaturas de confort. Es una especie tremendamente deportiva, se la captura desde la costa y embarcado con equipos de variada. Los equipos para cazón deben estar en muy buenas condiciones y con líneas preparadas con brazaloadas de acero para soportar verdaderas batallas, ya que se trata de un animal muy fuerte y con muchos kilos de músculos. En la pesca costera es más probable pescarlo de noche ya que durante el día suelen desplazarse hacia zonas profundas para durante la noche acercarse a comer a la costa. Por este tipo de desplazamientos diario es que su pesca se realiza a distintas profundidades, tipos de fondo y horarios. La gran luminosidad de luna llena parece afectar su efectividad como depredador y por este motivo el cazón suele limitar sus actividad durante las noches de luna llena y por lo tanto los pescadores asocian esta luna como mala para la pesca. Las carnadas aceitosas como el magru o la lisa son las más efectivas para capturar esta especie, ya que los cazones pueden detectar su olor a mucha distancia. Después de la audición (escuchan a miles de metros), el olfato en los tiburones es el sentido de mayor alcance (cientos de metros) y lo utiliza para detectar presas a grandes distancias. Luego, a distancias más cortas, interviene su capacidad de detectar los cambios de presión (detecta movimiento a cientos de metros) seguido por la visión (ven decenas de metros en aguas claras) y la capacidad de detección de campos eléctricos (a menos de un metro) que  completa su sofisticado armamento. Sin duda el olfato de los peces es el principal aliado del pescador y tal vez de este hecho viene el famoso dicho de que cuando la carnada se lava mucho ya no es tan efectiva y debe cambiarse. Por otro lado, es probable que la fina audición de los tiburones sea el principal enemigo de los pescadores ya que pueden detectar la presencia de humanos ruidosos. Como en el caso de la mayoría de los peces grandes y sobre todo tiburones, es necesario utilizar pinzas largas y fuertes alicates para quitar los anzuelos o bien cortarlos de ser necesario para liberar en buenas condiciones los animales y preservar los dedos las manos. También es bueno estar atento a marcas que pudieran tener en la aleta dorsal ya que existen proyectos de investigación que dependen del reporte de recapturas por parte de los pescadores. Las marcas tienen un numero teléfono, email y un numero particular que identifica al pez. Si usted captura un cazón u otro tiburón marcado, los datos fundamentales a reportar son dónde y cuándo lo pesco, el sexo y largo del animal. Todo esto sin importar si usted decide liberar o sacrificar el animal. Una foto del tiburón y de la marca para enviar por wassap o email también es muy bienvenida. Puede contactarse a alejojoaquini@gmail.com o facebook/proyectoarrecife. Por Alejo Irigoyen.

Ficha
Ficha cazon
Estado de conservación
Calidad para consumo
Ambiente